Entender los estados mentales de riesgo en la adolescencia

26.08.2022
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Pensemos en nuestra adolescencia. Ese momento de cambio, donde empiezan a aparecer algunas características físicas que antes estaban latentes (voz grave, acné, vello corporal, menstruación), comienzan las ganas de tener independencia y privacidad; y surge el interés romántico o sexual hacia otras personas.

Según la Organización Mundial de la Salud, es el periodo de crecimiento y desarrollo humano que ocurre entre los 10 y 19 años, aunque esas edades no son fijas. Probablemente, se trate de una de las etapas de transición más importante en la vida. En ella, se realiza la búsqueda de identidad, para construir y desarrollar una realidad propia, diferenciada a la de los adultos del entorno y donde se construyen valores basados en los propios ideales. Es la preparación hacia la vida adulta.

Aunque es una ventana de oportunidades, la adolescencia es una etapa que también es considerada como momento de riesgo.

¿En qué sentido? Primero, hay que entender que existe algo llamado estado mental de riesgo o de vulnerabilidad, que hace referencia a niveles de riesgo por el que las personas podrían llegar a desarrollar una enfermedad psiquiátrica severa (como, por ejemplo, Esquizofrenia). Aunque no todos quienes presentan un estado mental de riesgo desencadenan una enfermedad mayor, estar atentos para intervenir de forma temprana es esencial para prevenir el inicio de una patología grave o conseguir un mejor pronóstico y beneficios positivos.

La adolescencia es un período que hay que observar con detención. Y es que, al ser un momento importante en la configuración del desarrollo cerebral, se pueden desarrollar estos estados mentales, que aluden a una experiencia -a menudo transitoria-, en la que se altera el pensamiento, el estado de ánimo, la forma de percibir los estímulos y la conducta. Eso puede generar síntomas como aislamiento social, dificultad para ordenar ideas y/o pensamientos, relaciones sociales extrañas y/o distantes, dificultades académicas -como bajo rendimiento escolar-; o dificultades en el habla, el lenguaje y el aprendizaje. 

Es evidente que a no todos los adolescentes les sucede esto. Sin embargo, en esta etapa están más expuestos a este tipo de alteraciones. ¿Las razones? Hoy en día continúan las investigaciones acerca de posibles causas. Una de las teorías más aceptadas es la del modelo de vulnerabilidad-estrés. Según el, algunas personas son más sensibles que otras gracias a factores de predisposición biológica (de genética, por ejemplo) y/o ambientales (del entorno en que viven). Se hipotetiza que, durante la adolescencia, estas vulnerabilidades pueden afectar procesos del desarrollo cerebral y dar pie a este tipo de alteraciones cognitivas.

Las drogas también tienen el potencial de desencadenar estos estados mentales, sobre todo considerando que, según la información entregada por SENDA en la Estrategia Nacional de Drogas 2021-2030, Chile tiene el primer lugar entre todos los países de las Américas en el consumo de marihuana (26,8%), cocaína (2,9%), pasta base (1,7%) y tranquilizantes sin receta médica (9,3%). Sus efectos van desde excitar, en el caso de los estimulantes tipo cocaína, cafeína, anfetamina, nicotina; relajar, en el caso de los tranquilizantes como el alcohol o heroína; y alterar las percepciones, en el caso de los alucinógenos. En un cerebro en pleno desarrollo, esas sustancias pueden crear la tormenta perfecta para la alteración cognitiva. Y eso no se revierte de un minuto a otro. Pueden pasar años para recobrar el estado inicial, sin mencionar la posibilidad cierta de transitar derechamente a una enfermedad psiquiátrica severa.

Conseguir las herramientas para estabilizar el pensamiento es clave.

Para eso, se puede recurrir a psicoterapia o psicoeducación con el objetivo de aprender estrategias de manejo del estrés y regulación emocional. Esto ayudará a acrecentar las potencialidades, ayudando a volver al desarrollo cognitivo normal, adquiriendo más herramientas y nuevas capacidades.

Nota al pie: Si quieres obtener más información puedes descargar el Manual psicoeducativo para comprender los estados mentales de riesgo  Una mirada preventiva para el desarrollo integral del adolescente y joven (2019). Disponible en https://www.psiquislab.org/educacion y http://www.imhay.org/psicoeducacion/

Escrito por

Rocío Mayol Troncoso es psicóloga y doctora en Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile. Es investigadora del Núcleo Milenio Imhay y académica de la Universidad Alberto Hurtado. En @cientificamente_mujeres, visibiliza el trabajo de científicas para disminuir la brecha de género en el rubro.

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