Hace dos años que Consuelo hizo de su pasión, su trabajo.
Reconocida periodista gastronómica, en 2021 abrió su primer emprendimiento: Félix (@felixcafe.cl), un café que se ha convertido en un imperdible de Providencia. “Queríamos tener un lugar relajado, de buen café y buenos productos. Para eso nos inspiramos en espacios en Europa, Los Ángeles y Australia donde ofrecen un excelente servicio al paso”, cuenta.
Motivada por la crisis de los medios tradicionales, junto a su pareja y un amigo -los también periodistas Rodrigo Cea y Francisco Derosas-, decidió emprender. Firmaron la sociedad en enero de 2020 y empezaron a trabajar el concepto, hasta que en marzo llegó la pandemia. “Aunque para muchos ese fue un momento difícil laboralmente, para nosotros fue buenísimo porque pudimos dedicarle tiempo a la idea. Así definimos lo que queríamos y lo que no”, recuerda. Lo primero fue buscar a los mejores proveedores. “Ninguno que trabajara con ultraprocesados”, destaca Consuelo. “Por mi trabajo conozco muchos datos, entonces puedo elegir lo mejor. Hicimos una curaduría de pequeños productores, donde el requisito era que fuese todo artesanal y natural. Ofrecemos solo productos frescos”.
Hace unos meses, abrió su segundo negocio: Apolo (@apolohelados), una heladería artesanal. “Mi principal objetivo es construir un espacio laboral donde se valore humana y económicamente a los equipos”, asegura. “La industria de los medios es muy precarizada, y me puse como meta no volver a repetir condiciones tóxicas, como siempre querer recortar las remuneraciones. Puedes tener un local bonito y productos de calidad, pero si la gente con la que trabajas no está contenta, tu negocio no va a resultar. Las personas son lo más importante”.
Consuelo cuenta que disfruta de ser su propia jefa. “Trabajo el triple, y quizás gano menos, pero soy libre y lo paso bien. Me encanta saber que estoy haciendo algo que aporta valor”, dice.
Según cuenta, tener sus propias marcas ha significado muchos aprendizajes. “Emprender es aprender a resolver problemas de la mejor manera posible”, asegura. “En estos años he aprendido desde sacar los permisos de la Seremi y la municipalidad, hasta negociar con proveedores, manejar a un equipo y servir un buen café. En este negocio, todo va cambiando todo el tiempo: los clientes, las condiciones, lo que pasa en el día a día. La clave es ser flexible”.
Créditos
Un contenido de Ritmo Estudio
Fotografía: Constanza Miranda
Zapatos modelo 1995, color negro, $84.000 de Zapatería Maestra
Camisa recta chocolate, $60.000 de Tierra Amarilla
Pantalón recto a medida color chocolate, $80.000 de Tierra Amarilla
