No me parece exagerado decir que Taylor Swift es una artista extraordinaria. No tengo la autoridad para decretarlo, pero en mi opinión su capacidad de contar historias y su ingenio la hacen excepcional. No por nada compositoras tan importantes como Carole King la han puesto bajo su alero al alabarlas públicamente.
Da la impresión de que Swift no se reprime al momento de escribir. Como cualquier artista, lo hace a partir de sus experiencias, y al haber tenido parejas muy famosas no es difícil identificar la inspiración de varias de sus canciones, siendo algunas muy evidentes, como All Too Well (Jake Gyllenhaal) o Style (Harry Styles), entre otras.
Uno de mis discos favoritos de Taylor Swift es Reputation. Ahí aparecen Dancing with our Hands Tied, Gorgeous, Getaway Car, End Game, I Did Something Bad y mi preferida: Delicate. La canción narra los inicios de la relación de la cantante con el actor británico Joe Alwyn, en una época en la que ella era fuertemente criticada por su vida, a la que poco le quedaba de privada. De ahí el nombre del álbum. Es por eso que Delicate habla de inseguridades y preguntas basadas en posibilidades, en incertezas ansiosas; ese momento en el que alguien te gusta y quieres parecerle no sólo atractiva, sino también especial.El problema es que con el flechazo, todo se vuelve confuso.
Is it cool that I said all that? / Is it chill that you’re in my head? / ‘Cause I know that it’s delicate / Is it cool that I said all that? / Is it too soon to do this yet? / ‘Cause I know that it’s delicate / Isn’t it?
La inspiración está clara, pero la letra y sus dudas también evocan al riesgo que implica manifestar lo que se siente y la frustración que surge al desear algo no se tiene.
El sólo saber que algo no se puede poseer, por lo menos en lo inmediato, genera una sensación similar a esa de extrañar cuando el otro está más lejos de lo habitual.
Saber que lo que se quiere es inviable provoca una inquietud rara, que puede agudizar lo que se siente e incluso engañarnos. Y es que a pesar de que lo odiemos, muchas veces en el amor el drama es un ingrediente que acalora.
Sometimes I wonder; when you sleep / Are you ever dreaming of me? / Sometimes when I look into your eyes / I pretend you’re mine, all the damn time
Me parece importante dar vuelta la lógica de quienes piensan que desesperarse en situaciones como esta es una debilidad innecesaria, sólo admisible para adolescentes hormonales. Porque también puede plantearse como un acto de rebeldía, independiente del resultado al que se llegue. En un mundo desechable y con una realidad cada vez menos real, estos sentimientos primarios e involuntariamente pacientes humanizan y dan pie a preguntas que nos conectan con un tipo de profundidad con la que no nos encontramos en otros ámbitos. Nos permite cuestionar banalidades y los detalles pasan a ser trascendentales.
Do the girls back home touch you like I do?
Quizás difiera con nuevas formas de amar, pero el no querer compartir al objeto de deseo sigue siendo algo que a muchos y muchas les brota de forma espontánea. Una especie de egoísmo irracional, pero que hace perfecto sentido incluso aunque no sea correspondido.
Stay here, honey, I don’t want to share / ‘Cause I like you
Esta canción transmite sensaciones universales, como la vulnerabilidad que emerge cuando uno se da cuenta de que le gusta alguien y ese exceso de atención en uno mismo, en cómo uno es y cómo uno se mueve o se ve en los momentos en lo que se expone. Lo lindo es que con la experiencia y el paso de los años se va convirtiendo en una inseguridad que se llega a disfrutar. Un riesgo que se está dispuesto a correr.
