Mi mejor amigo ama a Rosalía. Él me presentó El Mal Querer y me gustó un montón, pero me costó entender lo que pasó después de ese disco.
Diego es tan sensible e inteligente que logró transmitirme su percepción acerca de la habilidad de su Motomami. Él no sólo ve cosas que yo no, sino que además hace que después las comprenda.
Diego también me explicó el trasfondo de Hentai. La idea era que la canción sonara como una de las bandas sonoras de Disney, pero con una letra evidentemente sexual; un contraste que se hace obvio de manera inmediata al oírla.
El Hentai es un subgénero del animé japonés y la traducción más cercana de la palabra sería algo así como “hacer algo pervertido”.
La catalana canta de una manera tan virtuosa y sentida que realmente suena como una princesa enamorada (y, de hecho, declara estarlo de la pistola roja amapola).
Además de lo obvio, mi lectura subjetiva encuentra otra contraposición: por una parte ella habla de la verdadera necesidad de estar con alguien, de incitar que eso suceda, luego aliviarse por haber logrado mantener el control y algo de lucidez entre unas ansias vehementes, y después volver a rendirse a la pasión. Como avivar algo que se sabe que no es conveniente, pero de lo que inevitablemente el instinto se hace cargo.
Yo la batí / Hasta que se montó / Segundo es chingarte / Lo primero es Dios
Me sorprende cómo muchas veces se liga lo “natural” a lo que supuestamente corresponde, si la naturaleza puede ser tan insensata.
La imposibilidad de elegir en el amor se relaciona con la irracionalidad del impulso. ¿Por qué lo que se siente bien -o correcto en los parámetros de las entrañas- puede ser lo más inadecuado? ¿Y por qué también sucede lo contrario? Muchas veces lo que conviene, lo que en teoría es ideal, no genera ninguna atracción. El amor puede ser tan masoquista como sádico.
So, so, so, so, so, so good / Good / Good / So, so, so good / So, so, so good / So, so, so good / So good… so good
Quizás no sea viable elegir, pero sí se puede zafar y evadir lo potencialmente dañino. Tal vez no de manera inmediata, pero sí al concientizarlo. No suena muy romántico, pero a estas alturas creo que el dolor abrumador, ese que inmoviliza, sí se puede sortear, se puede capear. No digo que se pueda anular, pero sí que existe la opción de forzar el factor pragmático para aplacar y prevenir en lo posible. Un escudo congelado, una defensa se puede derretir fácilmente, así que hay que aprovecharla en el frío.
Es triste, pero pienso que hay veces en las que esa inversión logra evitar algo peor. Mi yo de no hace tanto tiempo atrás me encontraría una traidora, una cínica y hasta deshonesta, pero qué se le va a hacer.
Crash, esa ola / Casi me controla
No digo que sea sencillo, porque el corazón se resiste e intenta desesperadamente vencer a la lógica. Por eso tampoco quiero juzgar la actitud opuesta, pero ahora puedo entender a quienes son más racionales (algo de lo que mi esencia dista) porque ya comprendo que -aunque no se puede dirigir lo que se siente o desea- el comportamiento sí se puede manejar. No sé si estoy orgullosa o decepcionada, eso es una disyuntiva recurrente en mi cabeza.
Antes pensaba que en ocasiones el sufrimiento valía la pena, pero hoy no estaría dispuesta a exponerme. Aunque, siendo honesta, no me sorprendería que mañana sí.
Bebé, te quiero comer / Ya / Ya / Ya te quiero hacer hentai / Ya te quiero hacer hentai / Ya te quiero hacer hentai / Hacerte hentai / Hentai
