Hace pocos días, Runway -startup que usa inteligencia artificial para generar videos e imágenes-, fue elegida por la Revista Time dentro de las 100 empresas más influyentes de 2023. Esta es la historia de un proyecto hecho por creativos para creativos que, mediante la tecnología, está cambiando la manera de contar historias
Por Trinidad Rojas para Ritmo Estudio
Entremedio de los andamios y los rascacielos de Nueva York, dos chilenos -el diseñador Alejandro Matamala Ortiz y el ingeniero comercial Cristóbal Valenzuela-, están escribiendo sus nombres en la historia de la tecnología más revolucionaria del último tiempo: la inteligencia artificial generativa. Lo están haciendo a través de Runway, la startup que fundaron en 2018 junto a Anastasis Germanidis, y que se ha dedicado a desarrollar herramientas de lA para crear contenido audiovisual.
En base a palabras, Runway permite a las personas generar y editar videos e incluso crear imágenes nuevas, sin la necesidad de tomar una foto. Ni siquiera de tener una cámara. Lo que prometen, no es menor: cambiar la manera en que las personas cuentan historias, derribando las barreras de acceso en la creación de contenido. Solo basta con ideas. “Nuestra misión es construir sistemas de IA multimodales que permitan nuevos tipos de herramientas creativas”, dicen en su web.
Pero Runway no es solo un software. Esta empresa tiene la intención de potenciar a las personas creativas del mundo, independiente de sus orígenes o de su experiencia, mediante Runway Studios. Esta división de la startup busca ser un punto de encuentro y generar así una industria para las y los narradores y creativos que hoy están cambiando el modo de hacer las cosas. ¿Qué quieren? Ayudar a contar sus historias; que aprendan nuevas habilidades de IA, que se conecten entre sí y que conozcan los caminos que sus pares han trazado en la generación de contenido con IA.
Para esto han impulsado desde el AI Film Festival -un festival de cine de IA en Nueva York y San Francisco, al que postularon más de 400 proyectos-, hasta becas creativas para financiar a cineastas y creadores/as de contenido que necesitan apoyo de producción. Además, han generado una política abierta de contratación, que le permite a cualquier persona talentosa y apasionada por la creación de experiencias digitales acceder a los procesos de contratación y tener la posibilidad de unirse al equipo.
Hasta la fecha, las herramientas de Runway -que en términos de financiamiento ha recaudado alrededor de $237 millones en total de empresas como Google de Alphabet Inc, Nvidia Corp y Salesforce Inc, entre otros inversionistas- han sido utilizadas por millones de usuarios a lo largo del mundo, pero también por marcas de ropa, equipos de la NBA, productores musicales (Alicia Keys) y programas de televisión (CBS). Incluso, el equipo de efectos visuales detrás de Everything Everywhere All at Once, película ganadora del Oscar 2023, utilizó esta tecnología en algunas de sus escenas.
El éxito de la amalgama entre creatividad e inteligencia artificial, es innegable. Tanto así que, hace solo unos días, la Revista Time seleccionó a esta startup dentro de las 100 empresas más influyentes de 2023, en la categoría Innovadores. Pero ese reconocimiento no los marea. Alejandro cuenta que, por ahora, siguen trabajando en mejorar semanalmente uno de sus últimos modelos: Gen-2, que permite crear películas, de diversos estilos, en base a imágenes, videos y mensajes de texto. “Aún queda mucho para obtener mejores resultados, pero cada vez estamos más cerca de poder crear películas de dos horas completamente generadas”, dice.
En junio la Revista Times posicionó a Runway, compañía que co-fundaste junto a Cristóbal Valenzuela y Anastasis Germanidis, dentro de las 100 empresas más influyentes de 2023. ¿En qué momento llega este reconocimiento? ¿Fue algo que imaginaron?
Es una noticia bienvenida, porque lo que hemos estado trabajando hace 5 años finalmente tiene validación por parte del mercado, los usuarios y otras empresas. Hubo un momento en que nos sentimos un poco solos; recuerdo, incluso, que algunas personas nos dijeron que esto no tenía futuro, porque solo era para ‘jugar’. A pesar de eso, seguimos invirtiendo y desarrollando nuestra idea. Recién el año pasado, cuando salieron modelos generativos en el segmento de texto y en la generación de imágenes, esto se fue a las nubes. Así que estamos felices, pero eso no cambia nuestro objetivo de seguir desarrollando herramientas que permitan a nuestros usuarios contar historias de manera más eficiente.
Runway se fundó en 2018, pero en realidad ustedes se conocieron antes, estudiando un postgrado en la Escuela de Artes de NYU. Fue ahí cuando se pusieron a investigar sobre las aplicaciones de las herramientas digitales en el trabajo audiovisual, dando pie al desarrollo de la infraestructura que permitió la creación de modelos como Stable Diffusion. ¿Cómo se convierte una idea que surge como proyecto de investigación universitario en un negocio de esta magnitud?
Ha sido un proceso largo, en el que hemos ido desbloqueando fases. Cuando partimos, lo hicimos bajo una tesis de posgrado, rodeados de una comunidad que usaba la tecnología para crear sus propios proyectos, ocupando códigos. Ese fue nuestro primer grupo de usuarios que dijeron: “tenemos interés y estamos buscando soluciones como las que ustedes proponen”. Lo sabíamos también porque nosotros mismos las necesitábamos y no las encontrábamos en el mercado. Porque no existían. Así que nos vimos en la necesidad de construirlas para generar nuestros propios proyectos creativos.
En ese entonces, había muchas cosas que te limitaban al momento de trabajar con IA: aprender un nuevo lenguaje de programación, tener un buen computador, tener tarjetas gráficas; y todo eso era muy caro, sobre todo siendo estudiante. Nos aprovechamos de la tecnología del cloud computing y la usamos para subir los modelos de IA a la nube y poder consumirlos remotamente desde cualquier computador. Luego lo redistribuimos en esta comunidad creativa, y fue más fácil para ella integrar ciertos modelos en sus proyectos, porque ya no era necesario tener un computador, una tarjeta gráfica o aprender un nuevo lenguaje.
Luego de esa primera validación, vimos los primeros indicios de generar imágenes fotorealistas o de diferentes estilos, para eventualmente empezar a pensar que estas imágenes podrían estar en movimiento. Es decir, que íbamos a poder contar historias completamente generadas desde un computador de 200 dólares en cualquier parte del mundo, así que empezamos a ponerle más atención a esa área. Entremedio de ese camino, fuimos ofreciendo pequeñas soluciones inmediatas para que las y los creativos pudieran mejorar su trabajo diario, mientras avanzábamos en el research para hacer realidad nuestra visión a largo plazo: que la gente pueda contar historias con estas herramientas.
¿Fueron detectando esas necesidades cuando el proyecto comenzó a ser más grande, robusto y escalable?
Exactamente. Hemos ido introduciendo soluciones frecuentemente y de manera constante. Ponemos la tecnología tempranamente en manos de nuestros usuarios y así vemos qué es lo que usan, cómo se puede mejorar y qué es lo que necesitan para potenciar su trabajo. De hecho, en septiembre del año pasado teníamos solo tres herramientas que usaban IA, y decidimos escalarlo a 30 -en diferentes segmentos de imagen, video y audio-, porque queríamos identificar cuáles les aportaban mayor valor a las y los usuarios para proveerles una plataforma que influenciara en más etapas de su trabajo creativo. Nuestra actualización es rápida, constante e iterativa.
Antes de Runway, co-fundaste el estudio de diseño gráfico Material y Ediciones DAGA, una editorial independiente de libros de arte. Es decir, ya había una búsqueda e intención previa no solo por lo creativo, sino por la generación de proyectos de contenido. ¿Qué tan relevante es darle importancia a la dimensión comercial de una idea?
Es 100% importante, porque la dimensión comercial permite validar tu idea. Quizás no es la mejor ni la única forma de hacerlo, pero que tus posibles usuarios o consumidores estén dispuestos a pagar por lo que ofreces, demuestra que tu proyecto tiene un valor para ellos. La dimensión comercial ayuda a cuantificar y medir de mejor manera ese valor.
En este momento todas y todas estamos no solo hablando sobre IA, sino también usando muchas de sus aplicaciones en nuestros trabajos y en el cotidiano. ¿Es esta la cuarta revolución, como muchos especialistas en tecnología la catalogan?
No sé si lo definiría como la cuarta revolución, pero sí como un cambio absoluto de paradigma y de plataforma. Y en el mundo de la creatividad, vamos a ver un cambio en la manera y en la cantidad de contenido que se crea. Será algo nunca antes visto, simplemente, porque muchas de las cosas que antiguamente se tenían que realizar con presupuestos y equipos muy grandes, o en lugares específicos del mundo, ahora se van a democratizar y van a llegar a muchos más lugares, cambiando el ecosistema y la economía en general.
Creo que este va a ser un cambio exponencialmente más grande que otros cambios que ha habido en el pasado. Por ejemplo, cuando apareció Photoshop se creó una economía en sí misma: gente se empezó a dedicar a ser artistas visuales digitales e incorporó esta nueva tecnología como parte de su trabajo. En este caso, el impacto es mucho más grande porque afectará a todas las industrias y aumentará la cantidad de contenidos y creadores.
Eso lo hace ser un negocio sostenible en el tiempo. Probablemente, ahora estamos viendo solo la punta del iceberg.
Sí, aún es demasiado temprano; recién estamos entendiendo lo que significa esta innovación. Tampoco es una experiencia nueva, porque ha habido cambios con tecnologías en el pasado, pero siempre los hemos tratado de codificar con cómo estamos acostumbrados a hacer las cosas. En este caso, creo que nos va a llevar a hacer cosas diferentes.
Llevado a nuestra área, nosotros sabemos cómo se crean las películas y qué es lo que se necesita para hacerlas, pero ahora cambia el panorama porque con la IA generativa ya no es necesario una cámara, por ejemplo. La IA es la cámara. Ya no se necesita algo material, sino que se necesita una idea. Y esa idea la puedo escribir y puedo empezar a verla en escenas, además de sintetizar audio y música. No es que nos estemos adecuando a cómo era antes o que estemos entregando una mejora marginal. Lo que cambia es la manera de crear.
Como empresa plantean la idea de fomentar la creatividad con IA, dejando atrás la clásica disputa que pone en extremos opuestos a la tecnología y el pensamiento humano. ¿Crees que hoy, en la industrias creativas, existe esa misma filosofía?¿O aún existen personas reacias al uso de estas herramientas digitales?
Nosotros lo entendemos como una herramienta más que puede ser muy beneficiosa para el proceso de creación, porque viene a complementar el trabajo creativo. Nunca hemos estado interesados en generar algo que sea una máquina de imprimir trabajos, como te doy una idea y me das una película entera, sin intervención humana. Siempre hemos creído que la IA es una herramienta que ayuda a potenciar las ideas.
Muchas empresas han usado las herramientas creadas por Runway, pero probablemente uno de los usuarios más llamativos ha sido el equipo de la película Everything Everywhere All at Once, ganadores del premio Oscar a mejor película 2023. ¿Te impresiona, a nivel personal, dimensionar el alcance de lo que han creado?
Es genial que usen nuestras herramientas, pero creo que me llama más la atención el cómo eso es un ejemplo de que esto está causando un impacto profundo en la generación de nuevas historias o películas. En ese caso en específico, un equipo muy chico -de entre 7 a 12 personas en efectos especiales-, estuvo ocupando herramientas a las que cualquier persona puede acceder. Estamos viendo muchos nuevos creadores usando IA y ellos son igual de relevantes para nosotros, porque van a cambiar el modo en que contamos historias y quiénes son los que cuentan esos relatos.
A principios de año, más de mil especialistas de diversas áreas de la tecnología y conocimiento firmaron una carta para pedir una pausa de seis meses en la investigación sobre inteligencia artificial. Sus argumentos tenían que ver con la regulación y la importancia de contar con sistemas de vigilancia adecuados. ¿Cómo se debería avanzar, en tu visión, hacia una regulación de la IA?
Como empresa hemos estado contribuyendo al debate. No hay que dejar de lado que se trata de una tecnología muy poderosa y que ha crecido mucho en un tiempo muy corto, al menos de manera visible. La IA generativa está recién naciendo y el progreso entre el research y la productividad ha sido rápido, entonces a la hora de regular y crear leyes hay que ser cautelosos, porque aún hay mucho que no sabemos. Pero sí o sí tenemos que tener a más gente pensando y conversando sobre cómo regular lo que pueden ser los posibles riesgos.
Para que esa regulación sea incidente, ¿cuál es el modelo que se debería trabajar?
Hay que incorporar a todos en el debate: a quienes investigan, a quienes crean, a quienes desarrollan. Desde todas las áreas hay que tener un punto de vista y escuchar a todas las voces para pensar en los mejores caminos para la sociedad sobre estos nuevos cambios.
En Runway trabajan cerca de 50 personas, y a principios de año fueron elegidos como uno de los mejores lugares para trabajar en Nueva York (Best Workplaces 2023). ¿Cuál es el sello que los distingue en términos organizacionales?
Los founders somos tres inmigrantes y eso nos ha llevado a tomar ciertas decisiones de cultura interna que hemos querido mantener a medida que ha crecido la empresa. Esos valores tienen que ver con inclusión y diversidad. Es decir, que los equipos -especialmente aquellos cargos que han sido históricamente ocupados por hombres- sean paritarios. Además, por nuestra biografía, hemos querido buscar talento en todo el mundo y ayudarlos a trabajar aquí. Ese puede ser uno de los secretos y parte de nuestro ADN: que no le tenemos miedo a ser equipos diversos, porque creemos que esa característica nos hace mejores. Públicamente, hace un tiempo que se está hablando de este tema, pero se requiere de políticas internas para que esa inclusión sea verdadera. Se trata de un trabajo proactivo, porque no vale con hacer una declaración de intenciones y esperar a que la gente postule, sino que debe ser al contrario: uno tiene que salir a buscar talento.
¿Qué consejo le darías a un creador o creadora que está comenzando un proyecto y que quiere construir una idea exitosa a largo plazo?
Yo leí muchos libros para mejorar los procesos, pero cuando trataba de implementar lo que decían, no resultaba. Así aprendí que no hay una receta universal; no existen libros, mentores o post que se puedan aplicar globalmente a todas las startups. Es bueno tener inspiración y ver cómo otras personas han tenido carreras exitosas o han sido capaces de crear empresas de renombre, pero siempre hay que tener en cuenta que ninguna de esas experiencias va a ser 100% aplicable a cómo uno quiere construir su proyecto. Todas las empresas tienen su propia cultura y manera de hacer las cosas.