Antes de empezar a hablar de inversiones debemos organizar nuestras finanzas del hogar, hacer un presupuesto y saber exactamente cuánto son nuestros ingresos y nuestros gastos.
Una vez que tengamos esta foto de nuestra situación financiera, podemos empezar a pensar en opciones para gastar menos o ganar más, para así liberar capital para invertir.
La mayoría de las personas que empiezan a buscar oportunidades de ahorro, cancelan suscripciones que no usan y tratan de gastar menos en cosas innecesarias. Y esto está bien, hay que hacerlo. Pero el tema más importante en finanzas personales es cómo podemos ganar más y diversificar nuestras fuentes de ingreso. Grant Cardone dice en su libro The Millionaire Booklet, que “nadie se hace rico sin antes hacer crecer sus ingresos. La creación de riqueza en los inicios no se trata de ahorrar o invertir mejor, se trata de hacer crecer las fuentes de ingresos”.
Depender únicamente de una fuente de ingresos, como lo es el salario, nos pone en una situación muy vulnerable. Si nos quedamos sin trabajo, nos quedamos sin ingresos. Y nuestros gastos nunca paran. Warren Buffett tiene inversiones en 87 compañías. Es decir, tiene 87 fuentes de ingreso. Tony Robbins no solo da conferencias por todo el mundo sino que, además, es accionista de 57 compañías de varios sectores. Los ricos del mundo diversifican su ingreso y tienen salario, dividendos, utilidades, regalías, intereses, comisiones, entre otras, por lo que no dependen únicamente de esa primera fuente de dinero. Es por eso que el inicio de la libertad financiera debe ser siempre, como dice Cardone, la búsqueda de más ingresos, ya sea a través del trabajo, la venta de productos, servicios o ambos.
No es cierto que para ser rico hay que ser dueño de una compañía. De hecho, tres de cuatro ricos en el mundo, trabajan para alguien más. Lo que sí es cierto es que esas personas no dependen únicamente de ese sueldo que reciben de un tercero. Con el tiempo, han construido su patrimonio y han sabido diversificarlo e invertirlo bien.
La buena noticia es que todos podemos replicar esta estrategia, porque las fuentes de ingreso diversas son algo que se va construyendo con el tiempo.
Lo que tenemos que tener para partir es una ruta clara y manejar los conceptos correctos. Como anécdota personal, en el 2016, cuando mi esposo y yo nos graduamos de la maestría, solo teníamos una fuente de ingreso, que era mi salario. Pero ya veníamos estudiando este tema de las finanzas personales hace mucho tiempo, así que empezamos a aplicar varias estrategias que nos ayudaron a aumentar nuestras fuentes de ingresos.
Actualmente, seis años después, puedo decir que tengo un buen salario, pero, además, dividendos y utilidades de nuestros negocios, regalías por cursos que dictamos, rentas de inmuebles de los que somos propietarios, intereses de dinero que prestamos a terceros y comisiones por negocios en el sector inmobiliario. No cuento esto para presumir, sino para dar cuenta de que es posible. Que se puede construir un portafolio de fuentes de ingreso múltiples y muy diferentes incluso si, como nosotros, se parte de la base del salario. Un primer paso en este camino es leer buenos libros, rodearse de mentores y replicar las estrategias correctas de quienes van más adelante que nosotros.
Si bien tener ejemplos de éxito cercanos es una excelente motivación y fuente de información, no es necesario si no has encontrado todavía gente en el mundo de las finanzas que te pueda guiar para comenzar. Puedes partir inspirándote con casos de éxito y leyendo libros de mentores como Tony Robbins y Robert Kiyosaki. El libro Dinero, domina el juego, de Tony Robbins, explica 7 pasos sencillos que puedes usar para tener control de tu futuro financiero, y que él mismo descubrió después de una exhaustiva investigación. Este libro contiene entrevistas con 50 de las personas más exitosas, desde una perspectiva financiera, de todo el mundo. Otro ejemplo, es el libro Padre rico, Padre pobre, de Robert Kiyosaki. En él, su autor enseña cómo desarrollar una mentalidad de inversionista y permite entender aquello que ayudará a construir el patrimonio futuro.
Otra de las claves para el éxito en este camino de diversificación — y en cualquier estrategia de inversión que se quiera implementar— es invertir bien y no entregarle la plata a un tercero sin entender qué están haciendo con nuestro dinero. Este es un tema importante. Tú eres el único responsable de comprender qué pasa con tus inversiones, independiente de si la administración en el día a día la lleva un asesor financiero, un ejecutivo bancario o si lo manejas por tu cuenta. Muchas veces creemos a ciegas en lo que los especialistas financieros nos comparten, pero hay que tener en cuenta que sus incentivos no siempre están alineados con los propios ni con lo que más nos beneficia. Al asesor, por lo general, le pagan por la cantidad de dinero que logra recaudar para distintas inversiones, no por el resultado de ellas o por lo que es mejor para su cliente. Es por esto que, si decides entregarle la plata a un tercero, es tu obligación entender en qué productos se va a invertir. Por último, es necesario confiar y atreverse a aplicar todo lo que uno mismo aprende sobre este tema.
