Desde su taller en casa, la ceramista, ilustradora y creadora de su marca homónima Milo Hachim ha logrado desarrollar una marca que actualmente vende en Santiago, París, Londres y Barcelona.
Con meticuloso cuidado y dedicación, desde 2016 que esta diseñadora ha aprendido y desarrollado el oficio de la cerámica, convirtiendo su imaginario -que también está presente en su trabajo de ilustración- en piezas únicas.
Aunque inicialmente no buscó que su trabajo artístico se convirtiera en su carrera profesional, al poco andar -y gracias al éxito que tuvieron sus primeras colecciones-, se vio a sí misma aceptando encargos y participando en distintas ferias. Y es que su talento y creatividad no pasan desapercibidas. De hecho, actualmente su mayor desafío es diseñar un modelo que le permita no quedarse sin stock. “Empecé a hacer cerámica con la intención de mezclar este oficio con la ilustración, y con el tiempo observé cuáles eran las piezas que a mi comunidad les gustaban más”, recuerda. “Me encanta hacer animales en cerámica y he podido reconocer cuáles son los más populares. Lo mismo con mis personajes. Al estar hechas a mano, mi escala de producción es pequeña, por lo que me baso en la demanda para determinar las cantidades o repeticiones de cada pieza, creando series limitadas”. Esto, además, le ha permitido establecer metas de venta a corto y mediano plazo.
Parte del desafío que Milo ha enfrentado al construir su propia marca, ha sido entender cuál es la proporción adecuada entre ofrecer lo que la gente busca y sumar nuevas propuestas, para no dejar de lado el área creativa del negocio.
Este enfoque, en la evolución y la experimentación, le ha valido el reconocimiento de artistas y clientes en distintas ciudades del mundo. De hecho, hace unos meses -y gracias a su constante búsqueda por aprender nuevas técnicas-, Milo postuló a una beca de creación en un taller en Barcelona, ciudad a la que viajará en agosto. Ahí espera aprender a tornear, y en el futuro comenzar a trabajar con moldes. “En la cerámica, y en la creación de un proyecto, se aprende en el hacer”, asegura.
Créditos
Un contenido de Ritmo Estudio
Fotografía: Constanza Miranda
Zapatos modelo 1879, color negro, $89.000. Zapatería Maestra.
Zapatos modelo 1886, color gamuza roja, $79.000. Zapatería Maestra Zapatería Maestra.
Vestido franjas color celeste, $80.000, de Tierra Amarilla Tierra Amarilla.
Vestido camisero color granate, $90.000, de Tierra Amarilla Tierra Amarilla.