En el mundo de la Astronomía, estamos ad-portas de vivir uno de los eventos más importantes del siglo XXI. Se trata de la misión Artemis, un programa espacial internacional, liderado por la NASA y que busca llevar nuevamente a seres humanos a pisar la Luna después de más de medio siglo.
Más allá de los grandes beneficios para la Humanidad que representa una misión de estas características -que van desde aportes en el desarrollo aeronáutico, como tecnológico-; Artemis, sin duda, representa una reivindicación de género en las misiones espaciales. Y es que antes, todo ese trabajo realizado por científicas, estaba bajo las sombras.
El programa Apolo fue el primero que nos llevó a pisar el satélite natural, en el marco de la llamada guerra espacial entre Estados Unidos y Rusia en los años 60. Una de las misiones más populares fue Apolo XI, donde dos de los astronautas, Neil Amstrong y Buzz Aldrin lograron exitosamente pisar por primera vez suelo lunar.
Sin embargo, en el equipo que tuvo acceso al panel de control de la sala de lanzamiento durante el despegue de Apolo XI, había solo tres mujeres. Se trató de: Joann Morgan, primera ingeniera de la NASA, la matemática Katherine Johnson y la profesora Judy Sullivan. Un momento considerado casi revolucionario, entendiendo que era una época donde las mujeres no tenían lugar en estos espacios.
Posterior a Apolo XI, hubo cinco misiones más que lograron ir al satélite natural. En total, 12 astronautas lograron pisar la Luna; todos hombres estadounidenses. El rol de las mujeres era restringido y estaba abocado al trabajo del equipo logístico en el que se desarrollaron tales misiones, que permitieron llevar a cabo la hazaña más grande del siglo XX.
Presentada en 2019, esta misión va a dar pie al regreso a la Luna de manera conjunta entre países y no en marco de una competencia entre distintos Estados. Este programa es considerado como el primer paso para la permanencia de los humanos, tanto en la superficie, como en la órbita de la Luna; y el puntapié inicial para ir a la conquista de Marte.
Como lo dice la NASA en su página web, el regreso a la Luna representa nuevos desafíos científicos y el incentivo para las nuevas generaciones de exploradores. Dentro de los 18.000 postulantes, sólo un grupo selecto de 13 personas compuesto de profesores, ingenieros y científicos; fueron escogidos para comandar la misión. Entre ellos, hay 6 mujeres y 7 hombres.
Esta durará seis días y permitirá probar todos los equipos tecnológicos que van en su interior, medir el efecto de la radiación en la piel humana y también corroborar el lugar de alunizaje en las misiones posteriores. Sin embargo, 2025 es la fecha elegida para que las mujeres pisen el satélite natural, marcando así un nuevo hito para la Humanidad, convirtiendo esta misión en el proyecto más sólido para la colonización de la Luna.
Así seremos testigos del primer paso de una mujer en el satélite natural, permitiendo así mantener más vivo que nunca el sueño de ser astronauta para miles de niñas y adolescentes en el mundo.